La Fórmula 1 ha deparado grandes enfrentamientos, carreras inolvidables y campeones de leyenda. Ha deparado polémicas, rivalidades e incluso unas cuantas tragedias. Cada una es una historia, pero hay historias mucho más pequeñas que sobresalen por sus características. Como la que llevó a Markus Wilkelhock a ser, estadísticamente, uno de los mejores pilotos de la Fórmula 1.
Pero antes de eso, pongámonos en situación. Año 2007. La terrible crisis apenas se percibía aún, Messi no había ganado ningún Balón de Oro y Sebastian Vettel apenas era conocido. Fernando Alonso era el vigente campeón revalidando el título de 2005 y competía en McClaren con el nuevo talento inglés, Lewis Hamilton. El otro equipo a batir era Ferrari, con el hombre de hielo Kimi Raikkönen como aspirante. Es de sobra conocida la rivalidad entre el español y el inglés. Y en esto que se llega al Gran Premio de Europa, en Nürburgring, Alemania.
Uno de los conjuntos más débiles de la parrilla, Spyker, se ve obligado a relevar a uno de sus pilotos, Christijan Albers, por falta de patrocinadores. Es un duro mundo para los jóvenes talentosos que por falta de soporte ecónomico no pueden participar en la Fórmula 1. A falta de encontrar un sustituto fijo, se opta por darle el asiento en este Gran Premio a Markus Winkelhock, que estaba siendo el piloto de pruebas de la escudería.
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| Markus Winkelhock |
Durante los entrenamientos de clasificación que determinaron la parrilla de salida Winkelhock marcó el peor tiempo, como era de esperar al ser su primer gran premio y contar con uno de los coches más débiles de la parrilla. Por delante Kimi Raikkönen conseguía la pole, por delante de Fernando Alonso y Felipe Massa, y con un Lewis Hamilton que sólo podía ser décimo. Y así llegó el día de la carrera.
Las previsiones meteorológicas pronosticaban lluvia, con lo cuál la incertidumbre era máxima. A la hora de arrancar la carrera el asfalto estaba seco pero la lluvia era inmediata. Ahí empezó a fraguarse la leyenda de Winkelhock al meterse en boxes tras la vuelta de calentamiento y decidir salir desde el pit lane, montando neumáticos de lluvia extrema. Un gran acierto tras la que se iba a montar poco después.
Apenas treinta segundos después de la salida ya empezaron las primeras gotas, lo que provocó que la mayor parte de la parrilla se metiera en boxes en la primera vuelta para cambiar neumáticos después de algunas salidas de pista. Es recordado ese momento en el que Kimi entró pasado en la calle de boxes y se salió de la misma obligado a dar una nueva vuelta con unos neumáticos inadecuados para las condiciones de la pista, condiciones que eran cada vez peores.
Winkelhock empezó a ganar posiciones gracias a todos los que pararon en boxes y a los que adelantó en pista gracias a sus neumáticos, poniéndose segundo tras el finlandés de hielo. Pero el coche de Kimi era inconducible y rápidamente Winkelhock se puso primero convirtiéndose así en el primero piloto que lograba pasar de la última posición a la primera en la carrera de su debut. Un Spyker liderando la carrera y con un márgen muy amplio puesto que al cruzar la línea de meta en esa vuelta la distancia con el segundo clasificado llegaba a la friolera de medio minuto. Era increíble lo que se estaba viendo en Alemania. Winkelhock, héroe en su país.
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| Winkelhock liderando la carrera |
Pero las alegrías duran poco en la casa del pobre. Charlie Whiting decidió sacar la bandera roja viendo que las condiciones de la pista era terribles, con algunos charcos como piscinas. Hamilton decidiró robarle protagonismo a Winkelhock siendo remolcado por una grúa a la pista, en uno de los momentos más bochornosos que se recuerdan. La bandera roja provocó la pérdida de la ventaja de la que disponía. El posterior relanzamiento de la carrera hizo que se conviertiese en el primero piloto que arranca último una carrera, y luego lo hace el primero (tras el safety car) en el relanzamiento de la misma.
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| Winkelhock compitiendo con Hamilton |
Winkelhock lideraba al pelotón de coches tras el safety car, en una de las mejores imágenes de la carrera. Cuando el coche de seguridad apagó las luces y se fue Winkelhock empezó a perder posiciones al haber mejorado las condiciones de la pista y competir en desventaja de rendimiento con los McClaren y los Ferrari. Para más inri tuvo que abandonar en la vuelta 12 por culpa de un fallo hidráulico. 12 vueltas completó habiendo sido el líder el seis de ellas, lo que lo convierte en el pìloto con el mejor ratio de vueltas lideradas de todos los tiempos (un 50%).
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| Winkelhock luchando por el primer puesto |
Posteriormente fue sustituido en la escudería por Sakon Yamamoto y se fue a competir en el DTM. Sin embargo será siempre recordado porque las pequeñas historias son a menudo las más enriquecedoras y ésta, en un amplio mundo como es el que rodea a la Fórmula 1, sobresale por encima de la media.




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